Los trenes TAF fueron una solución idónea para
mejorar los servicios de largo recorrido, pero
seguía pendiente mejorar la calidad y puntualidad de
las relaciones más cortas. El triunfo de la tracción
diésel iba a decantar la decisión para introducirla
en esos servicios.
En 1954, la factoría alemana Waggonfabrik Uerdingen, prestó a Renfe un automotor Schienenbus para que los técnicos de la empresa realizaran diferentes pruebas con él. El primer prototipo constaba de un coche motor y dos remolques sin cabina.
Las pruebas, entre Valencia y Castellón, fueron exitosas, y de aquel prototipo de automotor que arrastraba dos remolques nació una numerosa serie de trenes diésel, los Ferrobuses, que marcaron un época en las relaciones ferroviarias de cercanías y de media distancia, desplazando a decenas de ómnibus compuestos por una locomotora de vapor y coches de tercera clase.
Sin embargo, los primeros pedidos no se harían hasta 1961, cuando se adquirieron quince composiciones a las que se sumaron posteriormente otras cuarenta y cinco. Desde entonces, hasta 1971, se irían incorporando al parque de Renfe 230 coches motores y 231 coches remolque que compondrían las series 300, 400 y 500.
Los primeros 15 Ferrobuses, serie 300, fueron fabricados íntegramente en Alemania por Uerdingen. Estaban equipados con motor U10 de Büssing. A principios de 1963, se contrataron cuarenta y cinco trenes más, quince serían construidos por Uerdingen, y los otros treinta, por un consorcio de empresas españolas de constructoras de material ferroviario, denominado “Constructores Españoles de Material Móvil”. En el caso de estos ferrobuses se utilizó un motor tipo Pegaso 9034. En ambos casos eran motores de 150CV a 1.900 rpm, de cuatro tiempos, seis cilindros en línea y refrigerados por agua. La trasmisión era mecánica y alcanzaba los 90 km/h. Los remolques estaban intercomunicados y uno de ellos contaba con cabina de conducción.
En 1966 se realizó un nuevo pedido de composiciones Ferrobuses, los que constituyeron la serie 400, fabricados con el mismo tipo de motor. En esta ocasión participaron constructores nacionales como Macosa, CAF y Material y Construcciones. Estas composiciones constaban de dos coches motores y dos remolques intermedios cada una. Un año después, en 1967 empezaron a llegar la serie numerada como 500. En 1971, los Ferrobuses son renumerados como serie 591 para seguir la normativa UIC.
Durante los primeros años de la década de los setenta, los ferrobuses estaban implantados en casi toda España, pero fue a partir de finales de 1975 cuando el aumento de la red electrificada y la entrada de unidades eléctricas provocaron la baja progresiva de este material.
En 1979 se firmó un convenio con los Ferrocarriles Portugueses por el cual se vendieron dieciséis composiciones a nuestros vecinos lusos. A principios de los años ochenta se decide realizar una serie de transformaciones, tanto en la tracción como en la decoración. Pero, poco a poco este material iría engrosando las listas del material de desgüace.
Los últimos servicios de los Ferrobuses se hicieron en las bases de Orense y Salamanca, el último Ferrobús circuló el 28 de mayo de 1988, entre Medina del Campo y Villar Formoso.