El éxito comercial y económico de los TAF y los TER
impulso a Renfe a diseñar trenes autopropulsados
eléctricos, que se denominaron electrotrenes para
distinguirlos de las unidades eléctricas de los
servicios de cercanías. Los primeros electrotrenes
estaban basados en el TER.
Los electrotrenes, son trenes de viajeros autopropulsados eléctricamente con un elevado nivel de confort y velocidad. Los primeros servicios con estos trenes datan de 1971 y, junto con los trenes Talgo llegaron aprestar los servicios diurnos de mayor prestigio en los años setenta y ochenta. A partir de la década de los noventa son relegados a servicios regionales y sustituidos en larga distancia por trenes Talgo.
Se llegaron a construir cuatro series de electrotrenes y un prototipo. Los primeros electrotrenes son los de la serie 432, que podían circular tanto en líneas electrificadas a 3.000 como a 1.500 voltios. Entraron en servicio en 1971 y parte de su éxito radicó en que su potencia doblaba la del TER. Se construyeron veinte trenes en formato M+Rc por varias empresas CAF, Cenemesa, Macosa y MMC. Externamente eran parecidos a un semitrén TER, pero el color rojo, con techos y franja plateada los diferenciaba de éstos.
Entre 1973 y 1978 se construyeron varios remolques intermedios por lo que desde entonces los electrotrenes 432 circulaban en composición M+R+Rc (coche motor+remolque+remolque con cabina) con una capacidad de 212 plazas sentadas.
En 1990 fueron modernizados, en el exterior reciben nuevos faros y señales de posición, y cambian el rojo por los testeros en amarillo y gris y el resto de la carrocería se pinta en blanco con franja azul y techos en gris claro. Se sustituyen la puerta de intercomunicación y la persiana de acceso para la paquetería por una puerta. En el interior la cafetería es sustituida por un bar autoservicio.
Dos años más tarde se hicieron otras modificaciones, tanto en la pintura como en los interiores, el aseo, la decoración interior y las cabinas de conducción.
Los primeros servicios de los 432, en 1971 fueron de Madrid a Gijón y Santander y algunos trenes regionales de Barcelona. Más adelante sirvieron las principales rutas radiales y transversales electrificadas para pasar, a principios de los noventa, a prestar servicios regionales en Cataluña, Andalucía y Zaragoza.
En septiembre de 1972 se firmó un convenio entre Renfe y Fiat para desarrollar un prototipo de electrotrén basculante, dotado de cajas basculantes para circular por las líneas españolas electrificadas a 3.000V, con capacidad para alcanzar 180 km/h. Esta composición derivaba del Pendolino italiano y pretendía circular a mayor velocidad en curvas, sin que los viajeros percibieran la sensación de la aceleración.
Fabricado por CAF se recibieron los coches de segunda y primera clase en 1976, formándose un solo electrotrén con composición Mc+M+M+Mc, que se corresponde con la serie 493. Las cajas de los coches eran de acero y todos ellos son de tipo salón con pasillo central, contaban con 51 plazas de primera y 116 de segunda. En uno de los coches intermedios llevaba cafetería bar y en uno de los extremos, el furgón de equipajes. Las puertas de acceso se cerraban electroneumáticamente.
La principal innovación era el sistema de basculación asistida que poseían las cajas de los coches, con un equipo electrónico que controlaba el proceso. La tracción se repartía a lo largo de la composición, además la disposición de los motores reducía los esfuerzos entre rueda y carril, permitiendo conseguir los 180 km/h. Tenía además otras características técnicas, como los convertidores para transformar la corriente continua, los bogíes y los pantógrafos especiales.
El “Platanito”, que así fue conocido, por su diseño y color amarillo, realizó entre 1976 y 1979 diversas pruebas de rodaje y de basculación, tras las cuales fue asignado al servicio de Madrid a Albacete, y entre Madrid y Jaén, realizando servicios entre 1979 y 1982. Pero poco a poco quedó abandonado en el depósito de Fuencarral y posteriormente en el de Príncipe Pío. El tren fue rescatado en 1984 realizando nuevas pruebas, fue revisado por CAF y puesto en servicio en el tren turístico de Madrid a Ávila y en el de Madrid a Sigüenza. En 1987 batió el récord de velocidad con tracción eléctrica al alcanzar los 206 km/h. Volvió a quedar apartado y en 1994 fue cedido a la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Castejón. Desde 2014, la recién creada Asociación del Platanito, viene realizando tareas para su restauración.