Descripción
Locomotora de vapor RENFE 242-F-2009
Rodaje 2-4-2 Confederación. Año: 1956
La Maquinista Terrestre y Marítima, S.A. (Barcelona, España)
Pieza IG: 00081
Vía I (tracción vapor)
Museo del Ferrocarril de Madrid
En 1951, RENFE encargó a La Maquinista Terrestre y Marítima, S.A., ubicada en el barcelonés barrio de San Andrés, la fabricación de diez locomotoras de vapor de gran potencia, destinadas a remolcar grandes trenes expresos. Serían unas locomotoras emblemáticas, de aspecto imponente por sus grandes dimensiones, con las que se quiso conmemorar el centenario de esta empresa constructora. Entre 1955 y 1957 fueron entregadas todas las de la serie, consideradas como el cénit de la tracción vapor en España por su elevada potencia (2.700 CV) y porque gracias a las innovaciones y mejoras técnicas incorporadas, lograron superar en pruebas la velocidad de 140 km/h.
Las diez locomotoras fueron adscritas al depósito de Miranda de Ebro (Burgos) para remolcar los trenes de la línea Madrid-Hendaya. Su rendimiento fue excelente por las buenas prestaciones de la caldera y el gran diámetro de sus ruedas motrices (1.900 mm). Para lograr la máxima potencia se aumentó la sección de paso en los circuitos de vapor y la longitud de la caja de humos. Al mismo tiempo, se disminuyó la resistencia a la rodadura instalando cojinetes de rodamientos en las cajas de grasa de los ejes acoplados y se eliminó el desplazamiento lateral del último eje acoplado, logrando una gran regularidad en la marcha. Además, la novedosa disposición de sus pantallas laterales conseguía elevar más eficientemente el penacho de humo de la chimenea, facilitando la visión del maquinista desde la cabina.
Por la disposición de sus ejes 2-4-2, este tipo de locomotoras fue denominado “Confederación”, adoptando el nombre que a este tipo de rodaje se le había dado en el Canadian National Railway (CNR). La locomotora 242-F-2009 es la única superviviente de la serie, caracterizada porque fueron las primeras locomotoras que salieron fuelizadas de fábrica en España y porque se pintaron con un innovador color verde, que contrastaba con el clásico negro utilizado hasta entonces en las locomotoras de vapor de RENFE y que les valdría el popular apodo de “lagarto”.
En 1975, coincidiendo con el final oficial de la tracción vapor en RENFE, la locomotora 242-F-2009 fue dada de baja para el servicio ferroviario, pasando a formar parte de la colección del Museo del Ferrocarril de Madrid dos años más tarde.