Descripción
Teléfono de sobremesa intercomunicador
Fabricante: L.M. Ericsson & Cº (Suecia)
Autor intelectual: Lars Magnus Ericsson
Año: ca. 1910
Modelo: HA 150 / 10
Nº serie: 1692536
Pieza IG: 00336
En 1876 Graham Bell patentó el teléfono, adelantándose a otros que, como él, buscaban la comunicación de la voz a distancia. Ese mismo año se inició en Estocolmo la larga trayectoria empresarial de la compañía Ericsson, marcada por su amplia presencia más allá de su país de origen.
En 1898 los aparatos de Ericsson ya eran ampliamente conocidos en España a través de diferentes distribuidores, así la antigua Compañía Madrileña de Teléfonos ofrecía en todas sus instalaciones la posibilidad de incorporar aparatos especiales de lujo con pagos anuales de 20, 30 o 40 pesetas adicionales a la cuota de abono, oferta que incluía «los de la casa Ericsson», muy valorados por su lujoso diseño. Sin embargo, no será hasta 1922 cuando se constituye en suelo peninsular la Compañía Española de Teléfonos Ericsson S.A., que pronto abrió una sucursal en Barcelona y un poco después en San Sebastián, contribuyendo al desarrollo de la telefonía en nuestro país.
Por su parte, las compañías ferroviarias no tardaron en aprovecharse de las ventajas que ofrecía el teléfono para sus relaciones comerciales, facilitando en gran escala las comunicaciones entre sus diferentes servicios, además del avance decisivo que supuso la telefonía para la seguridad en la circulación y la explotación ferroviaria.
Este teléfono era utilizado para líneas privadas entre despachos y oficinas ferroviarias, o bien en grandes estaciones con puesto central donde las dependencias no estaban alejadas. Fabricado por L.M. Ericsson & Cº hacia 1910, es el modelo HA 150. Un aparato intercomunicador para 10 líneas auxiliares, de batería local y llamada por pilas, con un timbre de una resistencia de 40 ohmios. Una pieza elegante con caja de madera de nogal barnizada, donde se encuentra una base semicircular con una palanca para conectar con cada una de las líneas. En los extremos de la caja se sitúan dos botones pulsadores, marcados con las letras T y S.
Las llamadas de cualquiera de las diez líneas hacen funcionar el timbre del aparato, sea cual fuere la posición del conmutador. Cuando llega una llamada, el conmutador se girará a la posición marcada con la letra A y se descolgará el microteléfono (auricular y micrófono). Si a causa de la inducción se interrumpiese la conversación entre los dos aparatos, se puede mejorar notablemente la transmisión de la voz, transformando la línea en línea doble. Para ello se colocará el conmutador del aparato llamado en el número o la posición del aparato que llama, y se oprimirán los botones T de los dos aparatos mientras dure la conversación. Si lo que se desea es llamar a otro aparato, se colocará el conmutador en el número deseado y se oprimirá el botón S.
En la pieza metálica que sujeta la trompetilla del micrófono está grabada la inscripción “MADE IN SWEDEN BY A.B. L.M. ERICSSON & Cº STOCKHOLM - PATENTED OCT 29 1895”, elemento inventado por Lars Magnus Ericsson en 1884 y patentado en 1895, el cual fue incorporando a modelos de teléfonos posteriores.