El aumento de la utilización de mega-camiones para el transporte de mercancías es una preocupación constante en el sector ferroviario, por lo que tres importantes asociaciones, la Unión Internacional de Ferrocarriles, UIC, a la que Adif pertenece, la Asociación Europea de Empresas Ferroviarias Operadoras y de Infraestructura, CER, y la Asociación de fabricantes de material ferroviario, UNIFE, han publicado en enero de 2014 un documento, cuya traducción al español constituye el presente número de la colección “Estrategias Ferroviarias”, en el que pone de manifiesto las importantes consecuencias que tendría la banalización de este tipo de transporte en Europa.
El documento subraya categóricamente que es necesario oponerse a cualquier intento de liberalizar más el uso de los megacamiones, y que permitir cualquier aumento del empleo de mega-camiones, por pequeño que sea, conllevará inevitablemente un “efecto dominó” y, con el tiempo, su uso se generalizaría en Europa, lo que sin duda impediría cumplir los objetivos medioambientales fijados por la Comisión en el Libro Blanco del Transporte de 2011, que fijó la meta de trasvasar un 30% del transporte de mercancías al ferrocarril y a las vías navegables interiores para 2030.
El primer paso hacia la ampliación del uso de los mega-camiones se produjo en junio de 2012, cuando el Comisario Europeo de Transportes, Siim Kallas, anunció que se estaba replanteando la Directiva 96/53/EC, sobre pesos y dimensiones de los vehículos, para permitir el paso transfronterizo de mega-camiones entre dos Estados Miembros que los permitieran dentro de sus fronteras. Esta medida no sólo afectaría a camiones de 60 toneladas en países periféricos en los que están permitidos, sino que generalizaría el uso de todos los camiones de más de 40 toneladas de peso y 18,75 metros de longitud, pasando, por primera vez, el control del transporte internacional del nivel europeo al de los Estados Miembros.
El documento se estructura en torno a ocho capítulos, que revisan el marco legislativo y las consecuencias de una medida de este tipo, tanto en el trasvase modal como en aspectos medioambientales, de seguridad y de aumento de costes. Termina el documento con una revisión del avance en la implantación de este tipo de camiones en distintos países, un análisis de la opinión pública con relación a este tipo de transporte y las alternativas que ofrece el ferrocarril al mismo.
Una interesante bibliografía proporciona la posibilidad de profundizar en este tema para el que existe un apoyo muy importante y de gran calado por parte de fabricantes de camiones y asociaciones de transporte por carretera.
UIC, CER, UNIFE. Enero 2014