Uno de los principales objetivos de la política de transportes de la Comisión Europea es el desarrollo de un espacio ferroviario único, basado en una red de infraestructura integrada por la que circulen vehículos interoperables que den servicio al conjunto del mercado interno de la Unión.
Un paso importante en este sentido ha sido la reciente adopción de la Directiva 2012/34/EU, Revisión del Primer Paquete Ferroviario, que pretende producir un cambio en la operativa del mercado ferroviario al mejorar las condiciones de acceso y potenciar, con ello, la competencia del ferrocarril frente a otros modos de transporte.
Pese a los desarrollos normativos de los últimos años, la Comisión Europea considera que la actual gobernanza del ferrocarril en el conjunto de la Unión sigue constituyendo un lastre para el sector, especialmente en las operaciones transfronterizas.
Por ello en 2013 publicó el Cuarto Paquete Ferroviario, que incluye, en su denominado “Pilar Político” unas propuestas legislativas ambiciosas acerca del funcionamiento de los Administradores de Infraestructura Ferroviaria.
En este número de Estrategias se presenta el documento “La eficiencia en la gestión de la infraestructura ferroviaria (The performing rail infrastructure manager)” que constituye el punto de vista de la Comisión con relación a la necesaria cooperación de los distintos administradores de infraestructura, para optimizar el funcionamiento de las redes y conseguir ese anhelado espacio ferroviario único en Europa.
Dicho documento, publicado por la Comisión en su colección Transportes, cuenta con un prólogo del Vicepresidente de la Comisión Europea, Siim Kallas, en el que plantea de forma directa la necesidad de que las funciones esenciales de la administración ferroviaria se realicen de forma independiente, para asegurar el acceso no discriminatorio a la infraestructura.
En este sentido, el cuarto paquete va a profundizar aún más, al proponer el establecimiento de medidas de salvaguardia, que aseguren la independencia del administrador de infraestructuras y los operadores ,y la puesta en marcha de una amplia cooperación pilotada por la Comisión entre administradores de infraestructura europeos.
El documento desarrolla temas tan interesantes como la necesaria cooperación entre administradores de infraestructura o sus responsabilidades básicas, y dedica un capítulo a comparar la eficiencia de los distintos administradores europeos, señalando interesantes ejemplos de buenas prácticas. Finaliza con el planteamiento del papel clave de los administradores de infraestructura en el desarrollo de las redes TEN-T.
Comisión Europea. Septiembre 2013