La Comisión Europea mantiene la preocupación por conseguir un sistema de transportes más eficiente que el actual. La ambición por una verdadera Europa de los transportes que señalaba el Libro Blanco presentado por la Comisión en 2001, ha sido parcialmente defraudada: mientras que el desarrollo legislativo ha sido ampliamente conseguido, su aplicación es manifiestamente mejorable. Esta Comunicación de la Comisión, establecida sobre una amplia consulta realizada a finales de 2005, hace balance de la evolución de los modos de transporte desde esa fecha, con informaciones precisas sobre los tres objetivos esenciales marcados: contribuir al desarrollo, proteger el medioambiente y apoyar la innovación. Y avanza las iniciativas futuras que deben orientar el esfuerzo para superar la presente frustración, en respuesta a las prioridades establecidas por la Estrategia de Lisboa sobre competitividad y empleo.
Anteproyecto. Versión de 23 de marzo de 2006